En una muy buena película (21 Black Jack) decían una frase tal como esta: " Siempre hay que tener en cuenta el cambio de variable "
Hoy di plena cuenta de ello. Me levanté por la mañana teniendo que esperar media hora para ducharme creyendo que Zaida estaba en la ducha, cuando me di cuenta de que lo que sonaba era la cisterna del vecino y que había perdido el tiempo.
Salí a la calle y sonreí ante el solazo que hacía hoy en Segovia, ya no solo era sol, si no lo agusto que se estaba en la calle y la buena temperatura, cosa que aquí muy normal no es.
Tuve que resignarme a ir a ciertas clases que pensé no me reportaban mucho para darme cuenta de que, una vez más, me equivoco por juzgar demasiado pronto. Pude aprender más esta mañana de lo que hubiera imaginado, incluso a replantearme ciertos aspectos de mi futuro.
Por la tarde una excursión al Alcázar más que exitoza. De nuevo solazo, fotos divertidas, rutas turísticas, cantarle la marsellesa a franceses y susurrar "nagashaki" a japoneses. Cañas en San Miguel, siempre buenas.
Una gran ración de miedo, de impotencia, de injusticia.
Y después otra ración de suelo, caras al revés y una nariz regalada a un julay.
Ahora colacao, galletas, acabar el trabajo de Teoría de la Comunicación y pa´ la cama, que mañana hay práctica en Mahonías.
Pese a todo, fue un buen día.
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