3 de Octubre, sé que este día en el pasado fue algo importante, pero no recuerdo qué. Creo que hace cuatro años que mi madre viajó a Egipto.
03.17 am. Da comienzo mi noche.
Tecleo entre escalofrío y escalofrío. Sinceramente se me van cayendo los mocos. Me duelen todos los músculos del cuerpo y tengo los pies fríos. Sin dudas son claros síntomas de un catarro que se avecina. Recojo el portátil, voy a pegarme una ducha.
Tecleo entre escalofrío y escalofrío. Sinceramente se me van cayendo los mocos. Me duelen todos los músculos del cuerpo y tengo los pies fríos. Sin dudas son claros síntomas de un catarro que se avecina. Recojo el portátil, voy a pegarme una ducha.
03.39 am. Ya he salido de la ducha.
Me he desvestido y he mirado mi cuerpo en el espejo. Sigo sin saber que decirme, no es que tenga muchos complejos pero tampoco me convenzo demasiado. Me recojo el pelo en una coleta (/chicho) para no mojármelo. El pelo se me ve largo y liso sin necesidad de planchas ni secadores. Entro a la ducha. Siempre con esa manía de primero la pierna derecha haciendo un developpé y la pierna izquierda haciendo un attitude por detrás. Serán manías, pero estas tonterías son las que han hecho que no pierda la flexibilidad por completo. Agua caliente, ardiendo. Mis esfuerzos por mantener el pelo seco son en vano. Mi música ha dejado de sonar, no sé porqué. El silencio me hace compañía mientras pienso. Pienso, no sé porqué, en las personas sin vocación ni motivación, en las vidas vacías de aquellos que no se molestan en llenarla porque requiere mucho esfuerzo. Pienso en los que se conforman con lo que se les da por antonomasia por no esforzarse en conseguir lo que en verdad les haga felices. Cuando acabo de pensar este pensamiento existencialista salgo de la ducha. Me pongo el albornoz y me sueno la nariz. Mierda, he vuelto a clavarme el piercing…esto va a ser un problema en invierno. Me lavaré los dientes, me pondré el pijama, limpiaré un poco el baño (Zaida no cumplió con sus tareas semanales) e iré a comer algo a la cocina. Tengo hambre.
Me he desvestido y he mirado mi cuerpo en el espejo. Sigo sin saber que decirme, no es que tenga muchos complejos pero tampoco me convenzo demasiado. Me recojo el pelo en una coleta (/chicho) para no mojármelo. El pelo se me ve largo y liso sin necesidad de planchas ni secadores. Entro a la ducha. Siempre con esa manía de primero la pierna derecha haciendo un developpé y la pierna izquierda haciendo un attitude por detrás. Serán manías, pero estas tonterías son las que han hecho que no pierda la flexibilidad por completo. Agua caliente, ardiendo. Mis esfuerzos por mantener el pelo seco son en vano. Mi música ha dejado de sonar, no sé porqué. El silencio me hace compañía mientras pienso. Pienso, no sé porqué, en las personas sin vocación ni motivación, en las vidas vacías de aquellos que no se molestan en llenarla porque requiere mucho esfuerzo. Pienso en los que se conforman con lo que se les da por antonomasia por no esforzarse en conseguir lo que en verdad les haga felices. Cuando acabo de pensar este pensamiento existencialista salgo de la ducha. Me pongo el albornoz y me sueno la nariz. Mierda, he vuelto a clavarme el piercing…esto va a ser un problema en invierno. Me lavaré los dientes, me pondré el pijama, limpiaré un poco el baño (Zaida no cumplió con sus tareas semanales) e iré a comer algo a la cocina. Tengo hambre.
Un piercing¿? Eso no me lo habias contado (:
ResponderEliminarMe ha entretenido mucho leerlo, ya que me queria desentender de todo un poco, ya sabes, el agobio familiar y broncas por cosas absurdas... U_U
A proposito, lo siento por lo del ``Resumen de Verano´´ se me fue de la cabeza, con el nuevo curso y bueno, libros y mas libros y deberes... Bla bla y bla...
Charlamos pronto :D ¡Bye!
No puede ser cierto, uno de los párrafos de mi texto de esta noche ha sido este:
ResponderEliminarY ahora me encuentro aquí, a siete horas de empezar de nuevo otra clase, (Teoría de la publicidad) Debería dormir pero, las siestas por las tardes me están jugando malas pasadas por la noche. No consigo dormir. Aunque, a estas alturas dormir me parece una pérdida de tiempo. Hay demasiadas cosas que hacer, no puedo quedarme aquí, sabiendo que hay tanto por ahí que puedo empezar.
Por eso odio la poca aspiración de la gente, la pasividad, los nuevos estilos de vida, las pocas ganas que veo que tienen de vivir. Me da la sensación que están encarcelados en sí mismos, en su propia publicidad. Como si estuvieran vendiéndose. Lo peor de todo es que constantemente nos implantan esta forma de existir: 'Hay que saber venderse a sí mismo' ¿Pero alguien se ha parado a pensar lo que eso significa? No, no hay que saberse venderse, hay que saber vivir en tu propio presente. Que es la única manera de darse valor a uno mismo sin necesidad de vender nada.
¿Casualidad? :)