Ahora que no distinguía tu piel de la mía en el colchón…

Me hayo en Plasencia. Madrugada del sábado. Escribo esta actualización para subirla en cuanto disponga de conexión a internet. Lo mejor es que esta noche tengo compañía ;)

Pero como dijo Jack el destripador: “vamos por partes”

DELUXE
No es que sea de lujo, que también. Es que Xoel López, ex componente de la banda, dio el pasado viernes 29 un concierto en el teatro Price de Madrid. Junto a él actuó “La caravana americana” un conjunto de artistas (todos excelentes y que se han ganado mi admiración) de Latinoamérica entre los que podemos incluir a Félix Arias o (ya tirando para nuestra tierra) a Iván Ferreiro.

Y gracias a Dios, tuve la suerte de estar presente.
Pese a llegar tarde y perderme “El cielo de Madrid” pude disfrutar de las más de 3 horas de concierto en una primera primerísima fila (estimé 3 metros de separación entre Xoel y yo). Un concierto con público entregado y sin agobios. Insisto, la cercanía era tan extrema que el propio Xoel me oía si gritaba (y así me oyó gritar cuarenta veces “Canta Requiem!”…aunque mis intentos fueron en vano, cachis!).

Conjunto a muchísimas canciones nuevas, algunas de las cuáles rayan lo maravilloso, Xoel nos deleitó con temas como “Adiós corazón”, “Quemas”, “Colillas en el suelo”, “Reconstrucción”, “Rostro de actriz”, “Caetano Veloso”, “Tendrás que hacerlo mejor”, ”Es verdad”, “Historia universal: el amor no es lo que piensas” y “Extraña Habitación”; que cantó justo en el momento en que yo entré al teatro y que es la que con más cariño guardo en mi recuerdo.

No sé si será porque no he ido a muchos conciertos en mi vida (situación que cambiará radicalmente en las próximas semanas), pero la música en directo me envuelve y vuelve loca. Xoel me enamoró con su espontaneidad, con su comodidad en el escenario, con su cariño a sus colegas y a su público.
Ahí donde le veis, el tío jefazo, saltó del escenario y se dio una vuelta entre el público repartiendo saludos y abrazos. El tío jefazo nos preguntó que canción queríamos oír (y yo grité: “Requiem”!) y obedeció a los gritos mayoritarios del público que pedían “El amor valiente”.

Me supo a poco, a día de hoy sigo con ganas de más. Aún me dura el embelesamiento de verle soplar su armónica mientras toca la guitarra.

Gracias a Dios me quedan algunas fotos (que hice por hacer) con mi cámara compacta. El caso es que gracias al Lightroom (al cual me estoy dedicando este fin de semana) han acabado siendo unas fotos preciosas.

Aunque si algo malo tuvo el concierto fue la ausencia de alguien que hubiera gritado conmigo “SANGRE!” si Xoel hubiera cantado Requiem.
Aunque no puedo ni mucho menos quejarme de compañía, pues fue sublime (lo mejorcito de tó Madrid!) . Al igual que el post-concierto en Sta. Helena, tan bien acompañada como estuve de mi querido (y recién cumpleañor) Sr. Ppppppperraco y unas buenas jarras de tinto :)

Y pasando a otro orden de cosas… evidentemente mucha suerte llevaba yo teniendo últimamente. Ya me extrañaba que en Bruselas (por cierto, tengo una actualización pendiente) todo hubiera ido tan bien y no hubiéramos perdido ningún avión, tren, metro, tranvía o autobús… Nada, ya estoy yo para perder los trenes que me traen a casa y acabar llegando a Plasencia casi 5 horas después… Y por supuesto tener que pagar un billete dos veces.

Pero la espera en la estación sur de Madrid me dio tiempo para adelantar trabajo (sociología, psicosociales…) y además estuvo amenizada por la intriga que me inyectó Sheila: cuando la llamé para decirle que había perdido el tren me dijo que tenía una sorpresa para mí, por mi pasado 18 cumpleaños.

Y… ¿qué creéis? ¿Eh? ¿Eh? ¿Lo adivináis? ¿No?

¡¡¡¡SHEILA ME HA REGALADO UN GATO!!!!
Sí sí sí! Mi queridísima amiga ha proporcionado un cuarto habitante al 2º E (siempre que la alergia que Álvaro tiene lo permita).

Es un precioso siamés de algo menos de dos meses. Tiene los ojos tan tan claros que no sabría decir si son grises o blancos. Como Sheila no me deja llamarle Jirafa (no sé porqué, pues me parece un nombre ideal) barajo nuevos nombres, pero ninguno acaba de convencerme...

Es muy gracioso, el señorito gato lleva conmigo apenas unas horas… y ya ha cogido una íntima confianza. Ahora mismo le tengo dormido (ronroneado) a mi lado.

Es mi segundo gato, pues mi gata Nana que vive con mi madre (y que ya alcanza la década), es la autora de la gran mayoría de cicatrices que tengo en mi cuerpo. El bicho este va por el mismo camino: no se ha cortado un pelo en morderme, arañarme, pisotearme, maullarme, pisotearme otra vez…

Pese a haber visto ya crecer a un gato, será un animal que nunca deje de sorprenderme. Por instinto o por…lo que sea, el señorito sabía perfectamente la utilidad de la caja de arena sin que yo se lo dijera. Me está sorprendiendo que es bastante obediente (acostumbrada yo a la rebeldía de la arisca Nana….) y me hace caso cuando le digo que se baje de los muebles. Lo único que no soy capaz de hacerle entender es que él tiene su propio sitio para dormir, el cual no es mi cama.

Creo que ya ha sido suficiente por hoy, mañana me espera un día duro así que será mejor que me acueste. No sin antes dar cuatro gracias:
-A Jose, por acogerme y acabar de tender la colada ;)
-A Jero, por correr bajo la lluvia buscando el teatro Price conmigo y acompañarme en esta maravillosa noche.
-A Sheila, por darme el mejor regalo de mis 18 años :D
-Y… tengo unas gracias muy especiales… las reservo para el final… creo que podríamos considerarlo el notición del año…

¿Atentos?

Mi

Padre

Me

Ha

Regalado….

…

…

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡UNA BATAMANTAAAA!!!!!!!!!!!!